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lunes, 25 de junio de 2012

Der Tod und das Mädchen (de El sueño del alquimista, 1999)


Der Tod und das Mädchen (La muerte y al doncella) es un poema que muestra los procedimientos transformativos a que las relaciones entre la música y la poesía pueden llevar. Originalmente, “Der Tod und das Mädchen” fue el nombre de un poema, compuesto por el poeta alemán Matthias Claudius, el cual fue posteriormente convertido en una célebre lied por Franz Schubert, la cual solía interpretarse en las célebres schubertiadas, esas veladas en las que los amigos poetas del compositor departían con él mientras le ponía música a sus versos. No pocas obras maestras del género salieron de esas veladas. Fue tal el éxito de esta canción en particular, que el tema musical de la misma fue reutilizado por el propio compositor para el segundo movimiento de su extraordinario Cuarteto en re menor D. 810. Como mis amigos músicos lo saben perfectamente, es uno de los pasajes más memorables que se hayan escrito en la historia de la música occidental, y en donde uno puede percibir perfectamente el genio incomparable de Schubert, su enorme lirismo y su demoledora capacidad expresiva para pasar, de un instante a otro, de la ternura a la profundidad filosófica, de la alegría más solar al espíritu más sombrío. Escrito a la manera de un tema con cinco variaciones y una conclusión, se ha vuelto, con plena justicia, una de las piezas favoritas del público melómano.
Para mi versión de “Der Tod und das Mädchen” me basé, justamente, en el segundo movimiento de este cuarteto de cuerdas, y como expondré a continuación, podrán percatarse de cómo una obra literaria dio origen a una musical, y de nuevo, esa misma obra musical, da origen a una obra literaria, en una suerte de círculo urobórico perfecto. Para lograr esto, fue necesario entender la construcción musical del segundo movimiento de esta obra, y vislumbrar una estructura que permitiera reproducir lo que musicalmente se escucha. Puesto que se trata de una forma cerrada, la elección debía ser, también, una forma literaria cerrada. Y ninguna mejor que el soneto, en particular en este caso, una de sus variantes, llamada perseto, creada por mi maestro, el poeta sanluisino Luis Alveláis Pozos ¾en algunas regiones de Sudamérica se dice, mentirosamente, que fue en esas tierras que se creó, pero no es así; quienes practican esta forma en Sudamérica lo han hecho a partir de la visita que hizo a Uruguay hará una década atrás su alumno, y amigo mío, Arturo Jiménez, quien introdujo la forma en aquellas tierras; como prueba adicional, hay que señalar que mientras los persetos de Luis Alveláis fueron creados a partir de la década de los sesenta, todos los persetos sudamericanos han sido escritos, sin excepción alguna, después del año 2000.
Así, el poema estaría estructurado, exactamente, como el “Andante con moto” del cuarteto: esto es: primero el tema (aquí dado por la cita del poema original de Matthias Claudius), y luego las cinco variaciones más una conclusión. La estructura rímica del perseto, adicionalmente, es distinta a la del soneto, y permite, a diferencia de aquél, ligar de manera más cerrada las rimas ¾al lector interesado remitiré al prólogo que escribí para la antología Entre el sol amarillo del escombro. Nueva técnica en el soneto (Bianchi editores/Pilar edições, Concepción del Uruguay/Brasilia, 2003), el cual reproduciremos en una entrega posterior.
El siguiente paso consistió en elegir el metro adecuado. Y como cualquier músico sabe, el pie o ritmo del movimiento está dado por una serie de notas pulsantes con una acentuación que corresponden a lo que en la lírica llamamos verso dactílico, es decir aquel que lleva acento en primera, cuarta, séptima y décima sílaba, tratándose de endecasílabos. El célebre verso heroico, que, por ejemplo, es muy sencillo de identificar pues es el que se utiliza en el Himno nacional mexicano.
Los siguientes pasos fueron relativamente más sencillos, metafóricamente hablando. Elegir la rima adecuada, en este caso, una rima disonante y vinculante al mismo tiempo, es decir una que aparezca en todos los versos del poema. La rima elegida fue la consonante que reúne el sonido de la “y” y la “ll”, por ser muy similares. Hay que decir que la rima ha sido estudiada y establecida como fenómeno sonoro-gramatical por el poeta mexicano Daniel Castañeda en su obra Acordes disonantes seguido de Teoría general de la rima, y de donde se concluye que la rima es un fenómeno de concordancia sonora, antes que gramatical, es decir: que se pueden rimar palabras que suenan similar aunque se escriban con grafías distintas. Eso es lo que sucede en este poema. La similitud de las variaciones en el movimiento del cuarteto de Schubert corresponden, entonces, de la siguiente manera con el poema:

Tema: cita del poema de Claudius
Primera variación: versos 1 a 4
Segunda variación: versos 5 a 8
Tercera variación: versos 9 a 10
Cuarta variación: verso 11
Quinta variación: verso 12
Conclusión: versos 13 y 14.

Finalmente, la audición del cuarteto de cuerdas no sólo es necesaria para entender y percibir las semejanzas entre ambas obras, sino que además, este ejercicio aparece en el primer verso del poema, por lo que la relación entre ambas obras no podría estar más vinculada. Adicionalmente, los temas del poema no sólo corresponden con las variaciones en el texto musical, sino que además, constituyen una lectura en clave de los temas mismos del movimiento romántico, de modo que los vínculos entre ambas obras abarcan diversos niveles.
El poema fue escrito a mediados de 1997, y lo incluí en el volumen El sueño del alquimista, publicado en 1999 por Praxis (que dirige Carlos López) en coedición con Sílaba sagrada.

Der Tod und Das Mädchen

para Claudia Mastache

El infierno es haber dejado de amar.
Georges Bernanos

Gib deine Hand, du Schön und zart Gebild!
Sei guten Muts! Ich bin nicht wild,
Sollst sanft in meinen Armen schlafen!
Matthias Claudius

Escuchaba La muerte y la doncella
como quien en silencio su sino calla y sella:
de su mutismo nació un violoncello
como un jardín que guarda el alma de ella.

Y de la nada surgió su cabello
¾ese reposo de luz en su cuello¾
como un corcel magnífico que a Troya
fatídico dejara en un destello.

Brilla cansada la noche su joya
sobre un collado de luz sin muralla.
Quede lo núbil brillando, igual que un amor que se calla.

Un yerto resplandor toda la tierra enjoya.
No hubo gloria ni Helena… ni triunfo sobre Troya…
sólo el eco final de otra batalla.

julio 14-19, 1997






domingo, 24 de junio de 2012

Un poema sobre la tolerancia y el lenguaje



A raíz de un comentario en Facebook sobre la discusión en torno a la visibilidad de género en el lenguaje, mencioné que hace tiempo había escrito un poema al respecto. Nuestra amiga Beatriz Aldaco solicitó que lo compartiera. Y eso es lo que tenemos hoy. El poema forma parte de una serie que llamé “Cinco instantáneas sobre la cotidianidad”, escritos en breve sucesión a finales del año 2005, cuando se exhibía en Reforma el célebre Cow parade. En este tercer poema se recurre a referencias populares, en particular a una de las primeras canciones de reggetón, como punto de referencia para ironizar la situación del lenguaje proveniente de la academia, y que ha llegado hasta el periodismo y el vocabulario de nuestros políticos.

Tres

En el texto hebreo la usura se llama Nesee, esto es mordedura, serpiente.
Observaciones históricas sobre la usura
Colección de documentos eclesiásticos
Tomo V # 10, México, mayo 22 1886, p. 76.

Tolerancia, la nueva mierda
que la academia ofrece a todos,
y que la prensa hipócrita repite
pues así mejor oculta su inmundo ser,
sus odres viejos y su vino rancio.
Mejor hipocresía, ocultar
el odio o la sospecha, y desviar
la mirada como si nada,
ocultar la verdad con mutilada lengua:
no tullidos ni inválidos, no viejos ni ancianos,
no putarracos, no putas ni putos
sino una inmunda lengua balbuceante
que mejor sería morder y ver sangrar
en vez de usar sensatamente
el caudal inmenso de una lengua viva.
Mejor llamar las cosas por su nombre
que babear al abrir la boca mutilada:
he escuchado a putos decirse putos,
maricones, fucking faggots, ¿qué hay de malo en eso?,
algunos de ellos hasta afirman
que les gusta la gasolina.

14.diciembre.2005

Presentación a la poesía de José Manuel Recillas

Durante los más de veinte años que un servidor lleva escribiendo en diversos medios, la actividad más importante en todos esos años ha sido la escritura de poesía. Como suele ocurrir con este tipo de  ejercicios literarios, no es quizá el más visible, pero en su secrecía se encuentra lo mejor de mi trabajo literario, no ajeno, por cierto, al resto de las actividades acompañantes de aquélla: el ensayo, la reflexión, la crítica, la traducción. Este espacio está dedicado exclusivamente a reproducir no sólo los poemas ya publicados en libros, sino aquellos en revistas y suplementos literarios, pero también los inéditos. 

La escritura poética en mi caso siempre ha sido más importante que su misma difusión a través de su publicación en forma editorial. De alguna manera, siempre me he abrogado el derecho a permanecer en las penumbras, a no ocupar el sitio que otros ocupan con denodado esfuerzo y dedicación —o como lo he puesto en algún poema inédito: cantar en silencio

Las imágenes que acompañan el banner de esta página hablan por sí mismas al respecto: la lectura silenciosa, acompañado de esos símbolos y rituales que sólo los iniciados conocen, de esa satisfacción íntima, secreta, que conlleva.  Espero que esta página haga honor a ese verso que da título a un poema homenaje a José Ángel Valente, y que las imágenes que acompañan este espacio, testimonio de mi labor como poeta, ensayista, traductor y editor, lleven al lector y visitantes por la ruta de esa labor que cada día transcurrido, se resiste a ofrecerse sin costo alguno al consumidor de bienes culturales en que la mayoría de los lectores han sido convertidos.